jueves, 14 de junio de 2007

Despierto, tumbado aún

Aferrándome al sueño

Cerrando los ojos

En la cama, y,

Entre la luz de la mañana

He murmurado un trozo

De los versos

De otro día:

Ojalá el tiempo

Se pudiese condensar

Produciendo gotas

De segundos plegados –

Y así, olvidar,

Olvidar tan sólo.

Porque los recuerdos

De esa vida otra

De esa que no podía ser

Y que en el fondo,

Tras las peleas, las discusiones

Y algunos malos momentos,

Tenía abrazos, besos

Y sonrisas suficientes

Para llenar una vida otra.

¡Tantos!

Que apenas ahora

Me los quito de encima.

Llegan envueltos,

En la mañana,

En el tiempo,

Siguiéndome huella a huella

En cada fracción de vida

Atrapándome,

Como en un parpadeo –

Ellos no fueron pedidos,

Se dieron,

Como se da cuado se tiene

Y se debe regalar

Y vuelven

Como cabellos enredados

Ya no en mi ropa,

Mi jersey, mi bufanda

O mis manos,

Sino en cada latir de corazón

En el tiempo,

Que se proyecta al futuro,

Pesado por la ausencia llena,

Por ver, cada mañana,

Sonrisas que no existen

Y besos que no serán ya más.

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